martes, 2 de septiembre de 2008

Entrevista - Izaskun Chinchilla



foto: http://www.izaskunchinchilla.es

Por Laura Corpa

Formas con fondo

Tiene un aire de Betty Boop traviesa, hila materiales, charlas, teorías e influencias para ser una de las arquitectas más sugerentes y creativas del momento. Izaskun Chinchilla defiende la multidisciplinaridad como una militancia obligada para comprometerse en formas contemporáneas y futuras de proyectar arquitectura y sus llamativos trabajos así lo demuestran.

¿Quiénes son tus musas y/o tus “musos” para trabajar?

Es imposible dar una lista cerrada, tendría que meter en un saco a arquitectos, artistas, sociólogos, científicos o poetas. Podría meter a arquitectos más cercanos como Jean Prouvé, Charles & Ray Eames, Lina Bo Bardi, Niemeyer, contemporáneos como Lacaton & Vasal o Atelier Bow Bow, a gente como Sarah Sze, Jean Michel Basquiat o Alvin Lucier, cuyas actitudes venidas del mundo del arte ilustran en belleza, vitalidad o sorpresa nuestra propia personalidad arquitectónica; también a autores como Bruno Latour, Leroy Gourhan o Harold Garfinkel…Intento que cada proyecto tenga una suerte de inspiración específica, que nazca de una investigación que nos haga ser expertos en cerámicas chinas, plantas carnívoras, ganchillo y croché o en reciclado de papel. La mayor parte de nuestra arquitectura se inspira en cosas cotidianas cuyo autor se desconoce.

Hay pocas arquitectas reconocidas internacionalmente, parece que va surgiendo un hueco, ¿qué crees que es lo más difícil de superar?

El miedo. Es la fuerza más inmovilista y cruel que conoce la humanidad. La constante prevención y reticencia a que el espíritu femenino se incorpore a la esfera pública viene del miedo: a que la jerarquía de valores se trastoque, a que el reparto de poderes se diversifique, a ejercer una feminidad de pleno derecho, a que la inteligencia sea obligatoria, a que el trabajo se anteponga a los privilegios; miedo al cambio. La igualdad de derechos entre hombre y mujer, homosexuales y heterosexuales o minorías étnicas y las razas que ocupan los cargos administrativos ha sido un cambio obligado y robado a los resistentes. Queda un paso igual de importante, y es que, las subjetividades, procedimientos y capacidades de cada uno de esos grupos obtengan la legitimidad de ser válidos siendo distintos. No me interesan las mujeres que triunfan siendo como el peor de los hombres sino las que administran con la lógica del amor familiar, la economía doméstica y la inteligencia afectiva propias de la cultura femenina.

Defiendes la multidisciplinaridad, a través de la ecología, la sociología o la ciencia, ¿por qué y dónde se muestra en tu trabajo?

La creencia de que ciencias y disciplinas humanistas se alojan en compartimentos estancos no tiene vigencia hoy. Puentes se tienden espontáneamente entre coordenadas distantes del saber. La multidisciplinaridad se convierte en una militancia obligada para aquel comprometido en formas contemporáneas y futuras de proyectar arquitectura. Ejemplos concretos: Viviendas cuyos espacios se dimensionan por el consumo energético de cada una de sus funciones, materiales que no vienen de la tradición arquitectónica, ambigüedad entre paisaje y arquitectura o métodos de desarrollo proyectual procedentes de distintos campos.

¿Cuál es el último proyecto que has realizado y en qué estás embarcada ahora?

La actividad profesional sana como un equilibrio entre prácticas productivas y formativas. Alternamos actividades universitarias y de investigación con concursos y encargos, trabajamos desde el diseño industrial hasta la rehabilitación. Seleccionamos los concursos cuidadosamente para que la vivienda, el urbanismo y “los micro proyectos” tengan presencia constante en el estudio. La vivienda es el mejor escenario para presenciar la fricción entre arquitectura y usuario y es, probablemente, la necesidad más legítima a la que los arquitectos pueden dedicar sus desvelos. La rica herencia que podría suponer un urbanismo de calidad para las generaciones futuras en ciudades tan descuidadas como las españolas apela a nuestra responsabilidad profesional y ofrece inmejorables condiciones para la utilización de sistemas complejos. Encontramos en pequeños proyectos de mobiliario urbano, instalaciones, exposiciones o acciones paisajísticas un contacto con la construcción y la interacción perceptiva que nos permite especular con las dimensiones experimentales de nuestro trabajo. Las clases, conferencias, masteres, “workshops” comisariados, completan un panorama de actividades que no deja lugar al aburrimiento. Además, hacemos mil equilibrios para que el estudio subsista y prospere. Esto sólo hace las cosas más interesantes.

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